Dogmas improcedentes

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Foto: http://carmelitasdescalzas1990.blogspot.com.es

(…) Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza. (…)

Santa Teresa de Jesús

La bondad y la fe pueden acompañar a quien busca en lo divino la mejor forma de capear los temporales terrestres. A veces ambas cualidades se antojan imprescindibles para poder soñar con la resolución de auténticos enredos. Pero en otras ocasiones ni la una ni la otra pueden poner cordura allá donde sólo hay algarabía.

Ejemplo: Luis Bárcenas trabajaba en el PP, formación de la que había sido tesorero a propuesta de su presidente nacional, Mariano Rajoy, pero según éste de aquél ya no quedaba ni rastro en el partido, aunque Dolores de Cospedal, secretaria general del partido por voluntad de Rajoy indicó que parte de lo uno era cierto y parte de lo otro también. Algo de la nada o todo del algo. ¡A saber! Tal vez, nada de nada “salvo alguna cosa”, como diría Rajoy.

Por dogma de fe se entiende aquello que no se puede explicar a través de la razón pero que asumen como algo verdadero y fuera de toda duda quienes lo aceptan. A los niños se les suele explicar este concepto con el misterio de la Santísima Trinidad. El tres en uno: tres entes pero una única realidad.

En el Partido Popular los tres entes son tres explicaciones diferentes de una misma realidad. El problema viene cuando se intenta que una sea complementaria de las otras. No casan. Y así lo demuestra la denuncia de Bárcenas a su ex partido por despido improcedente, tal como avanzaba ayer el diario ‘El País’. Por decir, incluso afirma que a día de hoy nadie la ha comunicado que deje de ser trabajador del PP.

Tal vez sea Bárcenas quien mienta. Su imputación por cohecho en Gürtel y su declaración ante la Audiencia Nacional reconociendo haber conseguido por su ‘buen hacer’ 38 millones de euros –que por su ‘mal hacer’ no declaraba a Hacienda- le restan toda credibilidad en el cuerpo a cuerpo contra Rajoy y Cospedal.

Aun con esas, los dos dirigentes populares no han de pensar que tienen la batalla ganada. 31 años al servicio del PP, haber sido la mano derecha de Rajoy por lo que respecta a las finanzas de la formación y haber cobrado más de 21.000 euros al mes desde que supuestamente cesara su vinculación laboral con el partido, permiten a Bárcenas mantener su esperanza en la victoria. De hecho, y pese a que Bárcenas está en tan mala consideración que ni podrá salir de España sin permiso, hay evidencias que de momento a quien desgastan es sólo al presidente del Gobierno. Dogmas aparte, la responsabilidad política de Rajoy por colocar y mantener en la dirección del PP y en las instituciones públicas a un tipo como Bárcenas no se la quita ni Dios.

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